Decía Platón, que "El conocimiento es el alimento del alma". Este blog está dirigido para los amantes de la buena comida como yo, que además de disfrutar de la gastronomía, nos gusta conocer la historia, beneficios, recetas y muchas más curiosidades de los alimentos.
martes, 21 de octubre de 2014
Batata o boniato, energía para las épocas más frías.
La batata o boniato es un tubérculo que se parece mucho a la patata, aunque es más alargado y tiene la piel más fuerte. Se cultiva en las zonas cálidas de todo el mundo. En algunos lugares de Sudamérica la batata y el maíz son como el trigo y la patata en Europa, alimentos básicos de la dieta. Es originaria de América y fueron los españoles los que la introdujeron en Europa.
Sus virtudes.
Proporciona una buena cantidad de hidratos de carbono (almidón) y es muy nutritiva debido a su contenido en betacarotenos, hierro, vitaminas C y E, muy por encima de la mayoría de los tubérculos. En comparación con la patata, el boniato es más digestivo.
Usos culinarios.
Por su agradable sabor, las batatas se pueden preparar en rodajas fritas, hervidas en puré, en tartas y postres, incluso en mermeladas, pero seguramente la forma más sencilla y natural de saborearlas es asadas en el horno y se pueden tomar tanto frías como calientes.
Variedades.
Hay distintas variedades de batatas. Generalmente las que tienen la carne blanca son menos dulces y se parecen más a las patatas. Las que tienen la pulpa amarilla o naranja son más dulces y ricas en vitamina A, por lo que son preferibles.
Recomendable para: deportistas, niños, ancianos, convalecientes y personas que realicen trabajos duros.
Desaconsejada para: diabéticos y personas que padezcan flatulencias.
La receta: Crema helada de boniato
Ingredientes para 4 personas: 100 g de boniato, 1 l de leche de avena, 200 g de arroz, 2 huevos, 1 palo de canela, una vaina de vainilla abierta por la mitad, 10 g de edulcorante, 1 melocotón y menta.
Preparación: cocemos durante 20 minutos el boniato pelado y troceado en agua hirvierdo y, una vez cocido, lo escurrimos. Introducimos el boniato cocido, el arroz y la rama de canela y vainilla en la leche de avena y cocemos el conjunto durante 30 minutos a fuego suave, removiendo de vez en cuando para rompen el grano de arroz. Una vez cocido el conjunto, retiramos la rama de canela y vainilla y trituramos hasta conseguir una crema homogénea. Ponemos a punto de dulzor con unas cucharaditas de edulcorante líquido. Una vez templada la crema, añadimos 2 yemas de huevo, removemos el conjunto e introducimos en el congelador durante 2 horas, removiendo de vez en cuando para que no se formen cristales de hielo. Una vez fría servimos con unos trocitos de melocotón fresco y una ramita de menta.
Para saber más:
Cuatro maneras de cocinar boniatos
El boniato, un tubérculo de sabor dulce
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