Dicen que la longevidad de los habitantes de las montañas del Cáucaso, de donde es originario este alimento, es un misterio. Desde hace miles de años hay algo que no falta en su dieta: El kéfir. Y esa longevidad con vitalidad juvenil de los pueblos que tradicionalmente lo consumen, es lo que lo popularizó en Europa.Se trata de un fermento lácteo que se prepara de forma artesanal debido a que los microorganismos que provocan la fermentación no soportan los procesos industriales. Esta bebida cremosa, muy parecida al yogur, se obtiene añadiendo nódulos de kéfir a la leche y dejando reposar la mezcla durante un tiempo hasta obtener la consistencia deseada. No se debe confundir con el yogur, ya que la microflora del kéfir es mucho más compleja.
Variedades
El kéfir más usual y consumido es el de leche, pero existen tres tipos:
- El de agua del que se obtiene una bebida parecida a una limonada con gas.
- El de té del que se obtiene una bebida de hierbas.
- El de leche del que se obtiene una bebida parecida al yogur.
Virtudes
Destaca sobre todo, por los microorganismos que ayudan a restablecer y a equilibrar la flora intestinal, por lo que es un alimento probiótico que previene enfermedades bacterianas y víricas, especialmente las que afectan al aparato digestivo. En países como Argentina y Estados Unidos se utiliza esa bebida en hospitales para ayudar a los pacientes a recuperarse, ya que fortalece el sistema inmunitario. Es un excelente antibiótico y antivírico natural que incluso aplicándolo externamente ayuda a curar las heridas gracias a sus propiedades antisépticas.
El kéfir puede variar su aporte de vitaminas y minerales según el líquido base que se utilice. En el caso del kéfir de leche, se incrementa el valor biológico de las proteínas de la leche. Además sintetiza las vitaminas del complejo B, por lo que se convierte en un buen tónico cerebral de acción inmediata, y como potencia el contenido de calcio, potasio, fósforo y vitamina D, también resulta muy beneficioso para los huesos.
Usos culinarios
Es una bebida refrescante de sabor más o menos ácido y ligeramente gaseoso que se puede tomar solo como las demás leches fermentadas. También se pueden hacer batidos de frutas, germen de trigo y miel, y deliciosas cremas de queso.
Como obtenerlo
En los supermercados y tiendas especializadas se puede conseguir kéfir ya elaborado y envasado, o bien se pueden comprar los nódulos para prepararlo en casa. Los nódulos se deben dejar reposar en leche 24-36 horas para obtener la leche fermentada. Si se va a tardar algunos días en utilizarlos, se pueden guardar poniéndolos en remojo en agua mineral y azúcar para que no se mueran los microorganismos, pero si se sabe que no se usarán en mucho tiempo, se deben escurrir bien, secarlos y congelarlos. A la hora de utilizarlos se deben descongelar poco a poco: primero se sacan del congelador y se guardan en la nevera y después deben sumergirse en agua mineral con azúcar durante un par de días antes de volver a producir leche fermentada.
Curiosidades
- Se dice que la palabra kéfir proviene de la palabra turca "keif", que significa "sentirse bien" o "buena cara".
- El kéfir es como un microzoológico, ya que alberga miles de organismos microscópicos que acuden en el auxilio de nuestra flora intestinal, haciendo de guardianes de las defensas digestivas. Para formar la microflora del kéfir se precisan muchos tipos de organismos diminutos, siendo los más conocidos los lactobacilos.
- Se debe lavar el nódulo de kéfir y el recipiente con agua una vez por semana.
- Congelar o conservar en la nevera el nódulo retarda su efecto fermentador, pero para volverlo a activar basta con sumergirlo de nuevo en leche; después de la primera producción de kéfir vuelve a recuperarse.
Recomendable para
- Mejorar la capacidad de asimilación de los alimentos.
- Regular el tránsito intestinal.
- Fortalecer el sistema inmunitario.
- Reducir los niveles de colesterol.
- Mejorar la flora intestinal después del uso de antibióticos.
- Disminuir los riesgos de padecer cáncer de colon.
¡Cuidado!
Los utensilios que se usan para elaborar el kéfir (un bol grande y un colador) no deben ser metálicos, sobre todo no deben ser de aluminio, ya que este material no es estable ante la exposición de sustancias ácidas como el kéfir y puede desprender partículas nocivas que afectan negativamente a la salud. Es mejor utilizar recipientes de cristal o plástico.
La receta: Kéfir de leche
Ingredientes para 4 personas: 75 cl de leche y 150 g de nódulos de kéfir.
Preparación: poner la leche a temperatura ambiente en un recipiente. Añadir los nódulos de kéfir, tapar con un trapo y dejar reposar. Si se deja fermentar alrededor de 24 horas el kéfir tendrá un suave efecto laxante, y si se deja fermentar 36 horas tendrá un efecto astringente. Transcurrido el tiempo de fermentación se debe colar. El líquido restante se guarda en la nevera para tomar como bebida refrescante y los nódulos se pueden volver a introducir en leche nueva para producir más kéfir.
Para los que aún tengáis dudas, os dejo un vídeo elaborado por Canal de Videorecetasdecocina, que podéis ver a continuación:
Para saber más:
El kéfir refuerza las defensas